martes, 23 de agosto de 2011

PSICOTERAPIA CORPORAL

Cuando una persona llega a consulta psicológica, es muy frecuente que entre las razones que la hicieron decidirse a ir, se encuentre la certeza de que está actuando mal en uno o varios campos de su vida, tal vez dañandose a sí misma o a sus seres queridos. Puede reportar malestares físicos como dolores de cabeza o gastritis, alteraciones del sueño, falta (o exceso) de apetito, disfunciones sexuales, etcétera.

Toda psicoterapia ayuda a la persona, por un lado, a darle mayor perspectiva a sus problemas, observando su origen e implicaciones inconscientes. La psicoterapia corporal, además de lo anterior, reconoce que todo lo que le pasa a la persona, le pasa en su cuerpo, y esto afecta su bienestar y su manera de relacionarse con los demás.
Beneficios de la psicoterapia corporal

Quien asiste a una psicoterapia corporal puede encontrar mayor claridad respecto a su historia y a su manera de entablar relaciones consigo mism@ y con otras personas. Especialmente, puede cambiar la visión que tiene de su cuerpo, entendiendo que todo lo que pasa, lo que cambia y lo que deja de pasar, son maneras en las que nuestro cuerpo responde a las experiencias de la vida cotidiana, incluyendo muchas enfermedades.

Esto no son “simplemente” molestias que un médico va a silenciar con analgésicos, antistamínicos, antibióticos y otras esdrújulas ;) . Son mensajes, a veces desesperados, que piden cambios en nuestra forma de vivir, de pensar y de sentir, pues lo que hacemos nos está dañando y hasta ese momento no hemos podido verlo.
¿Qué NO se va a encontrar en una psicoterapia corporal?

Algo que no debería encontrarse en ninguna psicoterapia (aunque con algo de mala suerte podríamos ver!) es a un sustituto de padre o madre que “amorosamente” nos diga qué debemos hacer para mejorar o nos diga qué debemos cambiar; tampoco es una moderna “barita mágica” con la cual se van a solucionar problemas.

Específicamente en el aspecto corporal, este tipo de terapia no es solo para gritar, golpear o llorar, sino que se ayuda al paciente a cultivar su observación mientras llora, ríe, grita, etc., de manera que aprenda de las emociones que tiene dentro.
En conclusión…

La psicoterapia me parece que es un proceso que ayuda a que cada persona se haga responsable de los actos de su vida, reconociendo nuestra individualidad que busca armonía, nuestras tendencias a repetir patrones dañinos y los reforzamientos que la familia y la sociedad repiten respecto a la casi nula observación de nuestras verdaderas emociones y necesidades. De todo ello el paciente debe responderse: “¿Qué quiero hacer con todo esto?

Artículo de "psicoterapia para psicologos y para ti"

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